LA OTRA SENDA DEL OSO "Peñas Negras"
Montaña Palentina
(Siempre
que regresas a la montaña encuentras algo diferente e interesante por pequeño
que sea)
“Sensaciones en la cima”
29
de abril 2015
Senda del Oso: Cervera de Pisuerga, en el Parque de Fuentes Carrionas.
Unos 12 km.
Ruta sencilla
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Ya estamos en la campera del Camperón donde se encuentra el Chozo del Tremedal. |
LA OTRA SENDA DEL OSO "Peñas Negras"
Asciendes al roquedo de la muralla de Peñas Negras. Desde
su cima y a través de los espacios abiertos entre las almenas imaginarias,
contemplas la belleza de nuestro paisaje. Al fondo, Cervera, la Vega de Arbejal,
el Parador, las cumbres más altas de esta impresionante cadena montañosa que
nos rodean.
Sorprende tras la “Peña”, en el Portillo del Oso o
Portillo de la Iglesia –nos documenta Manolo- el asentamiento defensivo que
hubo en la Reconquista y que hoy día se reduce a un amontonamiento de piedras,
creemos, de un valor histórico extraordinario.
La senda es fácil, está señalizada, aunque nosotros de vez en cuando nos
salimos de ella. Es una ruta sencilla, atractiva, muy amena para desconectar y
participar de la naturaleza, del florido y verde de la primavera, de los bosques de robles, de los reflejos del embalse de Arbejal.
Ya estamos en la campera del Camperón donde se encuentra el
Chozo del Tremedal. Es un chozo de piedra, con su tejado de ramaje y hierba; está
muy bien protegido por el peñasco de Peñas Negras. Es un lugar fantástico que
está ahí, sin salirse del término de Cervera; después caminas unos metros y recreas tu vista en el Mirador del Portillo del Carro, quedarás sorprendido del paisaje.
Seguimos el camino, le abandonamos, pues no
queremos perder altura. Abajo, las vacas se nos quedan mirando y Manolo nos
sorprende, son las wagyu, la vaca marrón japonesa, bueno de la raza originaria
del Japón, siendo su carne muy apreciada.
Salvas ramajes,
cruzas un bosque de robles iluminado por la luz solar y desde ahí, vas contemplando las aguas del embalse.
Ya estamos a cielo abierto; arriba, brezos morados; en el barro, huellas de
pezuñas de ciervo recién pisadas, un florido peral de primavera, cantos de
pájaros, serán de un jilguero, de un pardillo, quizás un
arrendajo, y un prado enorme cubierto de “dientes de león” informa Manolo.
Ya hemos pasado Arbejal, caminamos por la ribera del Pisuerga, nos cruzamos con
nuestra amiga y montañera Maripaz, el camping, Cervera.
Los veteranos paseantes: Manolo, Otto, Luis, Teo y el
pipiolo Keko.
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La senda es fácil, está señalizada, aunque nosotros nos salimos de ella |
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El chozo del Tremedal visto desde el roquedo de Peñas Negras |
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Asciendes al roquedo de la muralla de Peñas Negras. |
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Y seguimos ascendiendo al roquedo de la muralla de Peñas Negras. |
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Salvas ramajes para alcazar el roquedo
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Almenas naturales de la cima de Peñas Negras |
Desde su cima y a través de los espacios abiertos entre las almenas imaginarias, contemplas la belleza de nuestro paisaje. Cervera al fondo, la Vega de Arbejal, el Parador, las cumbres más altas de esta impresionante cadena montañosa que nos rodean.
Nos adentramos en el bosque
Sorprende tras la “Peña”, en el Portillo del Oso o Portillo de la Iglesia –nos documenta Manolo- el asentamiento defensivo que hubo en la Reconquista y que hoy día se reduce a un amontonamiento de piedras, creemos, de un valor histórico extraordinario.
cruzas un bosque de robles iluminado por la luz solar
Al fondo el embalse de Arbejal
-foto de keko-
Abajo, las vacas se nos quedan mirando y Manolo nos sorprende, son las wagyu, la vaca marrón japonesa, bueno de la raza originaria del Japón, siendo su carne muy apreciada.
En medio de un remanso de paz y tranquilidad
en el barro, huellas de pezuñas de ciervo recién pisadas
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arriba, brezos morados |
La vega de Arbejal
y un prado enorme cubierto de “dientes de león” información Manolo.
un florido peral de primavera
Paseantes veteranos