viernes, 1 de mayo de 2015

LA OTRA SENDA DEL OSO "Peñas Negras"




LA OTRA SENDA DEL OSO "Peñas Negras"

Montaña Palentina

(Siempre que regresas a la montaña encuentras algo diferente e interesante por pequeño que sea)

“Sensaciones en la cima”


29 de  abril  2015

Senda del Oso: Cervera de Pisuerga, en el Parque de Fuentes Carrionas.
Unos 12 km.
Ruta sencilla


Ya estamos en la campera del Camperón donde se encuentra el Chozo del Tremedal. 











LA OTRA SENDA DEL OSO "Peñas Negras"

Asciendes al roquedo de la muralla de Peñas Negras. Desde su cima y a través de los espacios abiertos entre las almenas imaginarias, contemplas la belleza de nuestro paisaje. Al fondo, Cervera,  la Vega de Arbejal, el Parador, las cumbres más altas de esta impresionante cadena montañosa que nos rodean.
Sorprende tras la “Peña”, en el Portillo del Oso o Portillo de la Iglesia –nos documenta Manolo- el asentamiento defensivo que hubo en la Reconquista y que hoy día se reduce a un amontonamiento de piedras, creemos, de un valor histórico extraordinario.
La senda es fácil, está señalizada, aunque nosotros de vez en cuando nos salimos de ella. Es una ruta sencilla, atractiva, muy amena para desconectar y participar de la naturaleza, del florido y verde de la primavera, de los  bosques de robles, de  los reflejos del embalse de Arbejal.
Ya estamos en la campera del Camperón donde se encuentra el Chozo del Tremedal. Es un chozo de piedra,  con su tejado de ramaje y hierba;   está muy bien protegido por el peñasco de Peñas Negras. Es un lugar fantástico que está ahí, sin salirse del término de Cervera; después caminas unos metros y recreas tu vista en el Mirador del Portillo del Carro,  quedarás sorprendido del paisaje. 
Seguimos el camino, le abandonamos, pues no queremos perder altura. Abajo, las vacas se nos quedan mirando y Manolo nos sorprende, son las wagyu, la vaca marrón japonesa, bueno de la raza originaria del Japón, siendo su carne muy apreciada.
         Salvas ramajes, cruzas un bosque de robles iluminado por la luz solar y desde  ahí, vas contemplando las aguas del embalse. Ya estamos a cielo abierto; arriba, brezos morados; en el barro, huellas de pezuñas de ciervo recién pisadas, un florido peral de primavera, cantos de pájaros,  serán  de un jilguero, de un pardillo, quizás un arrendajo, y un prado enorme cubierto de “dientes de león” informa Manolo. Ya hemos pasado Arbejal, caminamos por la ribera del Pisuerga, nos cruzamos con nuestra amiga y montañera Maripaz, el camping, Cervera.

Los veteranos paseantes: Manolo, Otto, Luis, Teo y el pipiolo Keko.






La senda es fácil, está señalizada, aunque nosotros nos salimos de ella




El chozo del Tremedal visto desde el roquedo de Peñas Negras


Asciendes al roquedo de la muralla de Peñas Negras.


Y seguimos ascendiendo al roquedo de la muralla de Peñas Negras.



Salvas ramajes para alcazar el roquedo



Almenas naturales de la cima de Peñas Negras



Desde su cima y a través de los espacios abiertos entre las almenas imaginarias, contemplas la belleza de nuestro paisaje. Cervera al fondo, la Vega de Arbejal, el Parador, las cumbres más altas de esta impresionante cadena montañosa que nos rodean.


Nos adentramos en el bosque



Sorprende tras la “Peña”, en el Portillo del Oso o Portillo de la Iglesia –nos documenta Manolo- el asentamiento defensivo que hubo en la Reconquista y que hoy día se reduce a un amontonamiento de piedras, creemos, de un valor histórico extraordinario.


cruzas un bosque de robles iluminado por la luz solar 



Al fondo el embalse de Arbejal


-foto de keko-
Abajo, las vacas se nos quedan mirando y Manolo nos sorprende, son las wagyu, la vaca marrón japonesa, bueno de la raza originaria del Japón, siendo su carne muy apreciada.





En medio de un remanso de paz y tranquilidad




en el barro, huellas de pezuñas de ciervo recién pisadas


arriba, brezos morados


La vega de Arbejal


 y un prado enorme cubierto de “dientes de león” información Manolo. 



 un florido peral de primavera


Paseantes veteranos


4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Yo la verdad que ignoraba que hubiera esa raza de vacas japonesas en Cervera. Pero Manolo, es un catedrático de la montaña palentina.

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  2. Y en Aguilar las tenéis aún más cerca... y podéis probar su carne en Los Olmos.

    Me alegra de nuevo vuelvas a tu Montaña y nos la enseñes tan magistralmente. Hasta los indígenas, hoy ya urbanitas, mejoráis el puzle palentino. Como sé que me lo permitís, volveré con vosotros en alguna de mis escapadas.

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    1. Patxi, tú también eres una enciclopedia andante y nos sorprendes gratamente con el dominio de nuestro entorno.. Lo de las vacas origen japones si me llamó la atención.
      Gracias por tus buenos deseos, pero iré progresando poco a poco y por supuesto que tu tienes aquí las puertas abiertas.

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