Ruta del
valle alto del Río Rudrón
Pueblo
de Barrio Pañizares a Moradillo del Castillo (Burgos)
Montaña
Palentina y tierras de Burgos
(Siempre
que regresas a la montaña encuentras algo diferente e interesante)
“Sensaciones
en la cima”
1 de diciembre de
2015
La ruta es por la ribera del Río Rudrón y se regresa por la parte alta del cañón. Es larga, no tiene grandes dificultades. Han saneado y balizado la senda, pero hay algún paso que conlleva un pequeño apuro.
Salimos en coche desde Cervera, Aguilar, carretera dirección Burgos hasta
Basconcillos del Tozo y aquí nos desviamos -4 km- a Barrio Pañizares. Iniciamos
la ruta. Cascada la Coladera- estaba seca- Hoyos del Tozo, Ribera del Rudrón,
Manantial La Fuentona, Molino de Rasgabragas, Cascada del Molino el Zurdo,
Moradillo del Castillo. Regresamos por el mismo camino 3 Km y tomamos la
senda que asciende al Mirador Natural, el pueblo de Ceniceros (ruinas), La
Coracada, La Hoya y Barrio Pañizares y un buen cocido en el Restaurante Valentín todos los martes
Recorrimos 20 km.
Ahí, de frente y arriba, están “los gigantes de piedra” completamente iluminados y que bajaron del páramo y quedaron petrificados en las laderas sobre el cauce del Río Rudrón y que dan la bienvenida a todos los que pasan por sus dominios.
“Sensaciones”
Ruta del
valle alto del Río Rudrón
Pueblo
de Barrio Pañizares a Moradillo del Castillo (Burgos)
Sobre una colina, los
muros de piedra de sillería de la Iglesia de Barrio Pañizares.
Desde aquí iniciamos la
ruta por un sendero helado, con escarcha en los campos y cencellada
blanca en el ramaje; las manos muy frías, heladas, -siete bajo cero- pero hay
ilusión, se camina con ritmo y ya comenzamos a percibir, entre los sonidos y
silencios, la belleza de este espacio paisajístico que teníamos tan cercano. Una
lástima, no hemos tenido suerte con la cascada de “La coladera” de Hoyos del
Tozo, pues no traía agua, ni hemos podido contemplar los numerosos buitres que suelen estar
arriba en las paredes rocosas.
Ya estamos en el curso
alto del Río Rudrón, meandros, recodos, vueltas y revueltas, sus aguas
serpentean entre álamos, sauces y la espesura de los ramajes. Es vegetación de
bosque ribereño. Aparecen rápidos, manaderos como el de la Fuentona y pequeñas
cascadas como la del Molino el Zurdo, atrás hemos dejado el molino abandonado
de Rasgabragas y ya nos hemos acercado al pueblo colgado de Moradillo del
Castillo y observamos el hielo cristalino que crece junto a una fuente. Abajo,
el río Rudrón.
El paso del cañón no es
muy profundo y caminamos por debajo de bloques de rocas. Ahí, de frente y
arriba, están “los gigantes de piedra” completamente iluminados y que bajaron
del páramo y quedaron petrificados en las laderas sobre el cauce del Río Rudrón
y que dan la bienvenida a todos los que pasan por sus dominios.
Vamos regresando y
ascendiendo por la senda que conduce al mirador Natural. Es un estímulo, una
sensación gratificante toda su panorámica rocosa y de profundidad. Allí al
fondo Peña Amaya. Pasamos por el pueblo en ruinas de Ceniceros, la Curacada, la
Hoya, Barrio Pañizares.
Sobre una colina, los muros de piedra de sillería de la Iglesia de Barrio Pañizares.
Desde aquí iniciamos la ruta por un sendero helado, con la escarcha en los campos
Ni contemplar los numerosos buitres que suelen estar arriba en las paredes rocosas.
Ya estamos en el curso alto del Río Rudrón, meandros, recodos, vueltas y revueltas, sus aguas serpentean entre álamos, sauces y la espesura de los ramajes. Es vegetación de bosque ribereño.
Desde aquí iniciamos la ruta por un sendero helado, con la escarcha en los campos
Ni contemplar los numerosos buitres que suelen estar arriba en las paredes rocosas.
Ya estamos en el curso alto del Río Rudrón, meandros, recodos, vueltas y revueltas, sus aguas serpentean entre álamos, sauces y la espesura de los ramajes. Es vegetación de bosque ribereño.
Belleza de este espacio paisajístico que teníamos tan cercano.
Con la escarcha en los campos y la cencellada blanca en el ramaje
Algunos pequeños pasos un poco complicados.
Ya estamos en el curso alto del Río Rudrón, meandros, recodos, vueltas y revueltas, sus aguas serpentean entre álamos, sauces y la espesura de los ramajes. Es vegetación de bosque ribereño.
El paso del cañón no es muy profundo y caminamos por debajo de bloques de rocas. Ahí, de frente y arriba, están “los gigantes de piedra” completamente iluminados y que bajaron del páramo y quedaron petrificados en las laderas sobre el cauce del Río Rudrón y que dan la bienvenida a todos los que pasan por sus dominios.
Pequeñas cascadas como la del Molino el Zurdo,
Observamos el hielo cristalino que crece junto a una fuente
Y yo veía acercarse un elefante ¿?
Vamos regresando y ascendiendo por la senda que conduce al mirador Natural.
Allí al fondo Peña Amaya.
Y el hielo crece como las plantas.
Ya habíamos comenzado a comer el cocido del Restaurante Valentín. Muy rico
Todos los martes cocido en el Valentín
En la proxima yo me apunto al cocido
ResponderEliminarPara comer el cocido hay que hacer antes los 20 km y así tener hambre de verdad
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