Un paseíto por……
-El “Alto
Miranda”
“Valle
Estrecho”
Montaña
Palentina
(Siempre que regresas a la montaña encuentras
algo diferente e interesante)
“Sensaciones
en la cima”
11 de octubre de
2016
Recorrido: Desde Cervera de Pisuerga se toma la ruta de los pantanos -15 km-.
Nos proponemos hacer una
marcha tranquila y relajante.
Partimos del “Alto de la
Varga” que es un mirador que está después del pueblo de Santibáñez de Resoba y
antes del pueblo de La Lastra. Desde aquí se aprecia el “Gigante dormido” y el “Ojo
de la Lastra”. Toda esta zona se denomina "Valle Estrecho”.
Ascendemos por el camino que conduce al “Alto
Miranda” y a todo su valle. Desde lo más alto giramos a la derecha dirección al chozo de “La
majada Vieja”. Tenemos las vistas del pantano Camporredondo, Espiqüete y
Curavacas. Bajamos por una torrentera, pequeño barranco hasta alcanzar el Sendero
Histórico GR1 que nos lleva de nuevo al “Alto de la Varga”.
En el bar Peña Escrita de Santibáñez, Ana nos preparó un menú fantástico,
donde se juntaron otros cuatro comensales amigos.
La marcha no
requiere gran preparación física.
Recorrimos 11 km.
en cuatro horas.
Montañeros: Manolo, Alberto, Otto, Keko y Teo.
La presencia del enorme busto labrado en la ladera, que habla, que no le oyes, es que no le escuchas.
El “Maestro” petrificado - a la derecha- habla, los doce del lago escuchan con respeto.
“Sensaciones”
La piedra gris troceada por líneas blancas, el cielo azul
debilitado por las capas de nubes superpuestas.
Sendas, caminos, malezas y rocas. Es un increíble paisaje
que aporta diversidad de “sensaciones”, parecen simples, pero para el que las
observa y las aprecia, son gratificantes.
El levantamiento
de piedra a piedra del rústico chozo de “La majada vieja”. La presencia del enorme
busto labrado en la ladera, que habla, si no le oyes, es que no le escuchas.
La hoja ovalada del mostajo que resalta al pomo de color rojo anaranjado. La
presencia del “moái”, los rayos de sol reflejados en el agua del pantano. El “Maestro”
petrificado habla, los doce del lago escuchan con respeto.
Y un sinfín de riqueza de la naturaleza. El amargoso y el
maíllo, la torrentera, la collada, la valleja, las lomas, la vereda.
Arriba, "el ojo de la Lastra" de la roca que espera que despierte "el gigante dormido".
Arriba, "el ojo de la Lastra" de la roca que espera que despierte "el gigante dormido".
La presencia del “moái”
Montaña palentina, los más representativos el Espigüete y el Curavacas
No era tan alta la montaña.
Un gran amante de la naturaleza.
Los rayos de sol reflejados en el agua del pantano
Sendas, caminos, malezas y rocas
Preparación para el "tentempié".
Aproximación al rústico chozo de “La majada vieja.
El levantamiento de piedra a piedra del rústico chozo de “La majada vieja”.
AL fondo el Pico Curavacas.
Gustaba la fiesta del entretejido blanco en el cielo azul.
El amargoso
Se bajaba por una torrentera.
Su presencia impone, su rostro serio,
El mostajo
La hoja ovalada del mostajo que resalta al pomo de color rojo anaranjado.
La piedra gris troceada por líneas blancas,
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