Cuenca de Tresabuela
-Montaña
de Polaciones -Cantabria.
(Siempre que regresas a la montaña encuentras
algo diferente e interesante)
“Sensaciones
en la cima”
“San
martes”
16 de mayo de 2017
Recorrido
circular.
Ruta hecha por
iniciativa de Luis.
Punto de partida
Tresabuela por el Vallejón las Cabanillas. Pasamos por el Prau Llosu y subimos
a las laderas de Peña Labra, Pico Tres Mares y Fuente del Chivo. Regreso a Tresabuela.
Comimos en
Lombraña en el Corral de Lombraña. Muy
bien.
Recorrido: nivel medio. 16 km. 5 horas y media.
Montañeros: Alberto, Otto, Luis, Teo H. Fernando y Teo
Bus.
"Moai" del Pico Peñalabra
La mujer hermosa de la que habla la leyenda,
“Sensaciones”
Es la cuenca de Tresabuela. Caminamos entre campos verdes
con manchas de setales, camperas, bosques de hayas, abedules, tejos y acebos.
Hemos alcanzado altura y ahí está la pared vertical del
Pico Peñalabra. En su base extrema se eleva el monolítico “Moai” labrado por la
técnica natural del agua y el viento. Es un rostro gigante de piedra, es arte
escultórico producto de la erosión, rostro viviente que vigila y trasmite magia
y fantasía al valle de los purriegos.
Miles de acebos, drupas de intenso color rojo reluciente,
huellas de oso, venados que saltan, pequeñas cascadas. De la montaña baja el
arroyo y escuchas el golpeo sonoro del agua sobre la roca.
. Arriba Pico Tresmares, la Fuente del Chivo. Cruzamos
terrenos engorrosos, no hay riesgo alguno y te vas recreando al contemplar la
belleza de este estrecho valle cántabro.
La percepción de los sentidos hace vibrar los espacios,
la luz y ocurre que, sobre la hierba verde de la ladera, con su cola de novia
larga, con su figura sensual de formas caprichosas, aparece transformada la
mujer hermosa de la que habla la leyenda. Tal vez se arrastre, pero no es un vulgar vegetal, es la bella
mujer que por la noche toma vida y se desplaza cantando por la cuenca de
Tresabuela.
Y regresamos al pueblo y la yeguada deja de pacer y
juntos yeguas de pura raza, los caballos y los potros nos observan.
Hemos alcanzado altura y ahí está la pared vertical del Pico Peñalabra. En su base extrema se eleva el monolítico “Moai” labrado por la técnica natural del agua y el viento. Es un rostro gigante de piedra, es arte escultórico producto de la erosión, rostro viviente que vigila y trasmite magia y fantasía al valle de los purriegos.
La percepción de los sentidos hace vibrar los espacios, la luz y ocurre que, sobre la hierba verde de la ladera, con su cola de novia larga, con su figura sensual de formas caprichosas, aparece transformada la mujer hermosa de la que habla la leyenda. No es un vulgar vegetal, es la bella mujer que por la noche, toma vida y se desplaza cantando por la cuenca de Tresabuela.
Huellas de oso,
Cruzamos terrenos engorrosos, no hay riesgo alguno
Miles de acebos, drupas de intenso color rojo reluciente,
Y regresamos al pueblo y la yeguada deja de pacer y juntos yeguas de pura raza, los caballos y los potros nos observan.
Arriba Pico Tresmares, la Fuente del Chivo
Y te vas recreando al contemplar la belleza de este estrecho valle cántabro.
Venados que saltan,
En lo alto un compañero, y a la izquierda de la roca otro "cara"
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