Cueva
del agua en la Peña Traspeña
“Era un
sueño y el sueño se cumplió” Luis
“Montaña Palentina”
(Siempre que regresas a la montaña encuentras
algo diferente e interesante)
“Sensaciones
en la cima”
20 de junio de
2017
Partimos en coche desde
Cervera “un grupo” de dos y nos acercamos al pueblo de Cubillo de Castrejón.
Tomamos el camino a la Peña de Traspeña, cruzamos la vía y ascendemos entre
encinas, robles y pedregales, tomando como referencia la parte izquierda del
posadero de los buitres, hasta que llegamos a la cueva del “sueño”, nos recreamos
y de nuevo hasta la cima y otros recorridos.
Dificultad; media
Distancia ida y
vuelta: 12 km.
Montañeros: Luis, y Teo
“La cueva del agua de Traspeña” que este año no tiene agua
“Sensaciones”
La sombra voladora de un buitre carroñero, elevas la
vista, le contemplas, planea. Su cabeza desnuda, patas recogidas, alas
extendidas.
Del llano a la cumbre. Pasas entre los troncos retorcidos
de los robles y encinares, dejas la senda, asciendes por terrenos pedregosos. Cada
descanso se convierte en “un mirador de altura”. Contemplas una panorámica
grandiosa. Abajo el valle, la llanura, bosques de pinos, terrenos sembrados,
las claras aguas embalsadas, “el mar de Traspeña”. Dicen que ahí hubo una
antigua mina de cielo abierto.
Nuestra vista se dirige hacia arriba, hacia las paredes
de la roca, hacia el extremo del posadero de los buitres, queremos que se
cumpla “el sueño”. Ya no hay alimoches, dice Luis con añoranza, ese alimoche de
silueta ágil, de vuelo majestuoso.
No hay prisa, disfrutamos del aroma de la montaña. Plantas
que crecen en las grietas de la roca, orégano, tomillo, jara, mostajo.
Estamos en “La cueva del agua de Traspeña” que este año
no tiene agua. Se abre en unos riscos calizos, Sorprende
gratamente la cavidad con dos pisos, dos bocas, una galería. Su presentación impacta. Se deja entrever algo artístico en la portada de estos caprichos de la naturaleza. Hoy no la exploramos, no venimos preparados, los mosquitos te asfixian.
Ascendemos a lo más alto. A la izquierda se eleva la Peña
Redonda, al fondo el majestuoso Curavacas, a la derecha la Oracada con sus
tejos. Mientras recorremos la explanada, una manada de ciervas cruza la montaña
con saltos veloces y elegantes.
Pasas entre los troncos retorcidos de los robles y encinares,
Dejas la senda, asciendes por terrenos pedregosos.
Contemplas una panorámica grandiosa. Abajo el valle, la llanura, bosques de pinos, terrenos sembrados, las claras aguas embalsadas, “el mar de Traspeña”. Dicen que ahí hubo una antigua mina de cielo abierto.
Nuestra vista se dirige hacia arriba, hacia las paredes de la roca, hacia el extremo del posadero de los buitres, queremos que se cumpla “el sueño”.
Sorprende gratamente la cavidad con dos pisos, dos bocas, una galería.
“Era un sueño y el sueño se cumplió” (Luis)
Eramos "un grupo" de dos.
Cada descanso se convierte en “un mirador de altura”.
Mientras recorremos la explanada, una manada de ciervas cruza la montaña con saltos veloces y elegantes.
A la izquierda se eleva la Peña Redonda, al fondo el majestuoso Curavacas, a la derecha la Oracada con sus tejos que no se llega a ver.
Al fondo el majestuoso Curavacas
Bajamos entre las encinas
"El mar de Traspeña"
Al fondo Peña Redonda, en la peña de la derecha está "La cueva de Traspeña"
Plantas que crecen en las grietas de la roca,
La jara
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