miércoles, 16 de noviembre de 2016

El Calar, Las Mesucas , El Pozo Merino,- bosques de Brañosera-Montaña palentina.




Un paseíto por……


 “Monte Calar” “Las Mesucas” "El Pozo Merino"
Bosques de Brañosera - Montaña Palentina-

 (Siempre que regresas a la montaña encuentras algo diferente e interesante)
“Sensaciones en la cima”

15 de noviembre de 2016  
“San Martes”

Recorrido:

        Como siempre nos proponemos hacer una marcha tranquila y relajante.

Toda esta espléndida marcha y la información, se la debemos, y se lo agradecemos al que consideramos ya nuestro amigo “Luisfer” de Barruelo que nos llevó a estos bosques de fantasía, enseñándonos rincones de ensueño que desconocíamos.

“Luisfer” es montañero, comunicador y “amante de la naturaleza”. Tiene un buen blog  http://montripero.blogspot.com  Le conocimos gracias a Queco que fue el contacto.

           La ruta  se hizo circular.

            Salida de Brañosera, punto de partida término “La Aceña”. Tomamos el camino, pronto lo abandonamos para descubrir este verdadero paraíso natural. Nos metemos al mismo bosque para disfrutar del paisaje, mamarlo, pisarlo, verlo y tocarlo. Hayas, robles, abedules, serbales .Río Rubagón, Monte Calar, Chozo Cerezo, Las Mesucas “Chozu Prau el Toru” “El abuelo” que es un roble más que centenario, El Pozo Merino con su cascada y de aquí regresamos a la Aceña.

La marcha tal y como la hemos hecho no requiere gran preparación física.
Recorrimos 10 km.
Montañeros: Luisfer, Manolo, Alberto, Otto, Jesús, Queco y Teo.











“Sensaciones”

           Canta el arrendajo, el haya abraza a la roca, el montañero abraza al haya.
     Luisfer, nuestro guía y gurú, nos introduce hasta lo más íntimo del bosque y vas descubriendo un verdadero paraíso natural. Manchas de color de otoño, luz, tonalidades,  contrastes. Un paisaje salvaje controlado, una desordenada armonía con la que vibras y disfrutas. Son  los pequeños y grandes detalles de la naturaleza.
       La hoja del roble que no se doblega y perdura en la rama. El serbal  que se le han caído las hojas y sus abundantes racimos de pomos carnosos, brillantes, anaranjados, son balanceados por el  viento.  La roca pintada de verde chillón del musgo.
        Ascendemos a lo más alto y descendemos al valle. Seguimos explorando los rincones. El abedul de un azul lánguido, el haya fuerte que se asocia y se apodera con su brazo del haya débil. El tejo que se esconde
      El “chozu Prau el Toru” se apodera de la roca, es un chozo limpio y atractivo; sorprende que hasta se ha aprovechado una rueda de piedra de molino para una de sus paredes.   
      Y decían que era un roble, pero no, era un “ enorme gigante” con su cara y sus piernas largas.
       Contemplamos “Las Mesucas” que son rocas muy grandes y muy altas. y "el abuelo" que es un roble más que centenario.
      Y por otra parte hay quien dice que los abedules y los acebos se hermanan y si tienes suerte y buena disposición, les puedes ver caminar juntos por la noche.
       Es un privilegio contemplar el Pozo Merino, el verde de su agua, su cascada y el Pozo de la Aceña con su puente de madera.
     Esto es el  Calar, un bosque de ensueño, de hayas, robles, abedules, acebos, serbales, tejos, mostajos, avellanos. Esto es el río Rubagón  con sus vueltas, revueltas y cascadas.


 



Es un privilegio contemplar el Pozo Merino, el verde de su agua, su cascada






“Luisfer” es montañero, comunicador y “amante de la naturaleza”. Tiene un buen blog  http://montripero.blogspot.com  Queco fue el contacto.







                               El haya abraza a la roca




                                                     La naturaleza es sorprendente




Manchas de color de otoño, luz, tonalidades, sus contrastes.


 No hay prisa, se contempla, se habla


 
El río Rubagón  te cautiva con sus vueltas y revueltas y cascadas.


EL Calar es un bosque sorprendente


Colores


Acebos, abedules 



 El acebo


El haya fuerte que se asocia y se apodera con su brazo del haya débil, el tejo que se esconde. 


 El montañero abraza al roble.


  
Y por otra parte hay quien dice que los abedules y los acebos se hermanean y si tienes suerte y ganas les puedes ver caminar juntos por la noche.


 Al serbal que se le han caído las hojas y el viento balancea sus racimos de pomos brillantes, carnosos, anaranjados


El serbal 


  Un paisaje salvaje controlado, una desordenada armonía con la que vibras y disfrutas.


 Y seguíamos disfrutando.


“El abuelo” que es un roble más que centenario Y Queco se apartó.... 






“Las Mesucas” que son rocas muy grandes y muy altas.  


Un paisaje salvaje controlado, una desordenada armonía con la que vibras y disfrutas
Por supuesto que el desorden es el mio, con perdón.


La naturaleza nos sorprende con pequeños detalles. 





Y apareció el gigante, su cara, sus piernas largas. ¿ves su cara?


 Y el roble se retorcía






 El “chozu Prau el Toru” se apodera de la roca, es un chozo atractivo, sorprendente que hasta ha aprovechado una rueda de piedra de molino para su construcción,



 El Pozo de la Aceña con su puente de madera







2 comentarios:

  1. Estoy encantada de la vida viendo las abundantes cascadas, las enormes mesucas, el fresco acebo, el maravilloso color del serbal,las tremendas hayas, la hoja del roble con su resistencia, el brillante musgo, pero como siempre pasando un una envidia tremenda.Seguir y contarlo. Saludos Teo

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    1. Querida Ana, agradezco tus elogios y se ve que eres sensible a la naturaleza. Hay días estupendos que el medio nos ofrece un paisaje fantástico, lo disfrutamos y aprovechamos y si es posible trasmitir algo de lo que nos encanta, lo hacemos y si encontramos a alguien como tú que se divierte con ello y lo valora, es el sumo. Hay que reconocer que ese día “Rufer” nos llevó a un paraíso.
      Tengo a un amigo Fernando que también le encanta y me ha escrito “copio y pego” Hola Teo, maravilloso reportaje, se nota la pluma, la experiencia y sobretodo, la sensibilidad al describir nuestra naturaleza de la montaña Palentina. Gracias y un abrazo.
      Gracias a ti Fernando que nos ves con buenos ojos. Es cierto que nos gusta la naturaleza y disfrutarla al igual que a ti y si puedes trasmitirla mejor.
      Ya tenemos ganas que nos acompañes.
      Un saludo.
      Teo
      Bueno Ana me he extendido un poco.
      Un saludo
      Teo

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