domingo, 18 de enero de 2015

ESPIGUETE 2.450 M.



CLUB DE PESCA Y MONTAÑA
CERVERA DE PISUERGA (Palencia) -ESPAÑA-

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 Marcha de montaña, domingo  07/09/08

Club de Pesca y Montaña
Cervera de Pisuerga

EL ESPIGÜETE 2.450 M

El Espigüete es rocoso, arrogante, endiosado. Es uno de lo ocho miles de la montaña palentina; antes de subir a sus lomos contemplativos, nos regula el ascenso con pequeñas dificultades o satisfacciones a lo largo del recorrido. El espaldarazo del montañero aficionado, es coronar su cumbre.
El pasado domingo fuimos trece, podríamos haber sido treinta montañeros amantes de la naturaleza los que dejamos atrás el murallón rocoso, las pedreras, hasta alcanzar el collado, la cima principal.
Las pistas que remontan el Valle de Mazobres, sus cascadas, fueron testigos de nuestra partida.
Su inicio es suave, dulce, alfombrado. Entre las primeras rocas, manadas de rebecos hablan de libertad, saltan, brincan, corretean. No muy lejos, posiblemente el lobo nos acecha, sus patas plasmadas en el barro, su excremento en el camino, le delatan; en lo alto, muy alto, el buitre, el águila, dejados llevar por el viento, nos observan.
Sin gran esfuerzo, alcanzamos la Sima del Anillo; la piedra lanzada a su profundidad, nos devuelve el sonido del hielo desquebrajado, hace sentir los cien, los ciento cincuenta metros que tiene de fondo; nuestro sentido del oído, queda agradablemente satisfecho. La dosis de amargura la tiene reservada. Meses antes, en el invierno pasado, la joven esquía; alegre, contenta, baja, zigzaguea por las laderas; la joven, en la profundidad de la Sima del Anillo, hace de piedra. Sentimos el grito de la desesperación, nuestros tímpanos se rompen, nuestra impotencia, nos degrada.
El sol brilla, el azul cielo nos da alas para seguir ascendiendo; las líneas canaleto dibujadas en la piedra, observa Manolo, es el poder del tiempo, del agua, la horadada del viento; está rezumando la humedad, es el agua que ha tenido que caer no hace muchos días, prosigue el de Juanetes.
Sentimos el olor del te, del anís, del enebro. El Espigúete es un cúmulo de sorpresas. Ahora nos protege del sol con la sombra de su muralla rocosa; nos enseña su pedrera, patada para adelante, media para atrás; la montaña se inclina, techo pindio, dice Félix auto animándose; agarramos con fuerza la grieta de la roca, ascendemos; la dureza se prolonga hasta llegar al collado, avanzamos, nuestro esfuerzo, nuestro orgullo se ve compensado. Estamos en la primera cima,  nuestra vista se relaja, pantano de Arbejal, Ruesga, Compuerto, casi vemos Valcovero, Camporredondo, Pico Almonga, Peña Redonda.
Cresteamos hasta la cumbre principal. Aquí, se contempla la inmensidad.
Son las doce de la mañana, tres horas han transcurrido para realizar nuestro sueño. Ya estamos los trece en lo más alto del Espigüete. La foto da testimonio de ello, pero la verdadera foto la llevamos dentro; no hay viento, aire puro, azul cielo, horizonte claro, diáfano;  el pantano de Riaño, el Yordans, Pico Murcia, Internauta, Peñas Malas,  las Guadañas, las Lomas, las Agujas de  Cardaño, el Celestino, Tres provincias, El infierno, Peña Prieta, El Best, Curavacas; si, el gran  Curavacas, historia, poder, orgullo de nuestra montaña palentina.
Tortillas, jamón, chorizo, queso picón, chocolate, botas de vino. Miguel, en sus alforjas, dos botellas de rioja; nos sorprende como ha ascendido. Yoli, ofrece sin cesar bota y botella de vino. Todos levantamos el codo y Alberto, sus caderas maltrechas parece lubricar con este maravilloso líquido.
Hay que descender. Todos juntos cresteamos hasta la primera cima. El grupo se divide, siete bajan por la pedrera, hasta llegar a Cardaño de  Abajo; los otros seis bajamos por el filo de la arista noreste para llegar al aparcamiento de Mazobres. El recorrido es largo, hay que usar las manos de manera puntual;  los hitos, nos marcan los pasos, los bastones, la vara, tal vez molesten más que ayuden en la contraescalada.
Paramos, miramos hacía arriba, contemplamos la pirámide de piedra caliza blanca. Su grandeza impone, pensamos en los aventureros de los  invernales escalando en roca con hielo, esquiando, andando con los grampones.
Bajamos, seguimos descendiendo hasta las praderas, hasta el aparcamiento.


Alberto, Bugui,  Aichine, Yoli, Marian, Marisa, Manolo,  Teo, Teo Parador, Edu, Miguel, Félix, Yelli

Club de Pesca y Montaña
Cervera de Pisuerga

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 Bajada del Espigüete

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El Espigüete  2008 Cresteando por la via noreste para llegar al aparcamiento


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La cima del Expiguete 2008. Reponiendo fuerzas

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El Espigúete 2.450 m. es rocoso, arrogante y endiosado 2008

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