EL ROBLON DE RUESGA, CUEVA DE RECUENCOS, PEÑA CELADA, MONTAÑA PALENTINA | 2012-07-13 |
EL ROBLON DE RUESGA, CUEVA DE RECUENCOS, PEÑA CELADA
Quiere ser un minirrelato homenaje a los “chicos de Utrera”
Montaña Palentina
10/07//2012
Ruta fácil, 12 km, se parte del pueblo de Ruesga
Montañeros: Alfonso y Pepi, Keko, Carlos, Rosi,Perrita, Manolo y Teo
SENSACIONES EN LA CIMA
EL ROBLON DE RUESGA, CUEVA DE RECUENCOS, PEÑA CELADA
Son las nueve de la mañana e iniciamos nuestra marcha desde el pueblo de Ruesga, Hemos partido desde el Bar Juanón ilusionados, Alfonso y Pepi, matrimonio de Utrera, enamorados de la montaña palentina, Keko y Carlos, la incombustible Rosi y su perrita y Manolo.
Manolo es la cátedra andante de nuestra montaña. Disfruta y hace que los demás disfrutemos. Observador, dicharachero, es nuestro guía y comparte vivencias, tradiciones de los lugareños y abundantes conocimientos de nuestra montaña palentina.
Ya estamos en la lengua del pantano de Ruesga conocido como “la serna”. Recorremos un camino ancho, cómodo durante unos dos km, charlamos, disfrutamos hablando de nuestras andanzas y nos desviamos a la izquierda adentrándonos en el bosque de robles y hayas. Un mundo de silencio, sólo roto por el movimiento de la hojarasca de nuestros pasos. Ascendemos en busca del “roblón de Ruesga”, sorprende su corpulencia, le abrazamos. Sus hojas, verdes, brillosas como las del acebo, a pesar de su vejez.
Llegamos a la Cueva de Recuencos, su localización es complicada; en ella, según Javi, se albergaban las cien vacas que había en Ruesga. Su bóveda, de un verde cobrizo, el suelo embarrado no nos permite explorarla, pero llega a trasmitir una sensación de conquista.
Ascendemos y ascendemos sin dificultad hasta llegar a la cima de Peña Celada. Contemplamos los tejos milenarios de Tosande, la Peña Redonda, nuestras cumbres emblemáticas Espigüete y Curavacas.
No hemos visto al oso, ni al lobo, pero si hemos contemplado a los ciervos en los pastizales. No nos hemos quedado sólo con la información visual, tomamos fotos, recurrimos a Manolo para que nos indique algunos nombres de la abundante variedad de especies forestales de nuestra montaña. Aparece el serbal de los cazadores, el mostajo del que nuestros abuelos hacían los mangos de las hachas, la sanguinaria de la que obtenían buenos resultados terapéuticos, la sabina rastrera, la escoba albar, las siemprevivas en las rocas... Nos comenta cómo los lugareños siguen con la tradición de “las suertes”, dónde les corresponde recoger la leña para el invierno.
Desde aquí, saludos a nuestros amigos de Utrera, que sabemos que se sienten atraídos por nuestra montaña, que han captado su belleza y quieren ser partícipes al próximo año de este estupendo espectáculo y les ha seducido el magnetismo de nuestros bosques.
Saludos a Alberto y a Chuchi que curiosamente hicieron la misma ruta un poco más tarde.
Ignoro el nombre, pero es muy original
Ascendemos en busca del “roblón de Ruesga”, sorprende su corpulencia, le abrazamos
El roblón de Ruesga, sus hojas, verdes, brillosas como las del acebo, a pesar de su vejez.
El roblón de Ruesga, le abrazamos, sentimos su energia
Foto de "Keko"
El roblón de Ruesga, grandioso, venerable
Foto de "Keko"
Un bosque de hayas y robles
Su bóveda, de un verde cobrizo, el suelo embarrado no nos permite explorarla, pero llega a trasmitir una sensación de conquista.
Peña Celada, satisface estar en lo más alto contemplando todo el paisaje
Peña Celada está situado en un paraje privelegiado, lástima que había algunas nubes
Es todo un mundo maravilloso lo que nos rodea
No hemos visto al oso, ni al lobo, pero si hemos contemplado a los ciervos en los pastizales
Paisaje paradisiaco, a la derecha veríamos la Peña Redonda
Entre escobas albar
Nuevas formas, ¿llama sentada?
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