Sensaciones en la cima

PEÑA EL TEJO 2.002 M. -MONTAÑA PALENTINA-

2013-01-29

PEÑA EL TEJO 2.002 M.

(Montaña Palentina)

(Un bonito día a pesar de los grises de las nubes)

“Sensaciones en la cima”

El otro blog de Teo

http://sensacionesenlacima.blogdiario.com

27-01-13

-          Ruta sencilla y sin dificultad. La nieve y los elementos atmosféricos la hacen un poco más dura.

-          Partimos desde Cervera y antes de llegar a Cardaño de Arriba está el Puente Agudín donde dejamos los coches y tomamos el camino de la derecha ascendiendo hasta el chozo y desde ahí se camina hasta la cima. Unos 10 Km de ida y vuelta.

Catorce  montañeros: Manolo, Pedro, David, Mariam, Fonso, Maripaz, Edu, Luismi, Mª Angeles, Álvaro, Gelo, Minerva, Prima de David y Teo

CLUB DE PESCA Y MONTAÑA RIVERA-PISUERGA-CERVERA DE PISUERGA-

 

  Al fondo, las aguas del pantano de Camporredondo, ni quiere, ni se deja pintar de blanco. Trasmite su propio yo, el reflejo de las nubes en sus aguas y que desde nuestras alturas, los  blancos, los grises, hacen del paisaje una obra abstracta, que si queremos puede ser bella.

 

 Braceamos, impulsamos nuestros bastones y en línea, zigzagueando, uno tras otro, con un pequeño esfuerzo alcanzamos la cima.

PEÑA EL TEJO 2.002 M.

(Montaña Palentina)

(Un bonito día a pesar de los grises de las nubes)

         Acoplamos  las raquetas  a nuestras botas y caminamos sobre la nieve. No hay colores puros en el paisaje, predominan los grises  amenazantes de las nubes, pero  avanzamos con el positivismo  de nuestro admirado naturalista  Joaquín Araujo, nos encantan los brochazos blancos de la montaña.

         Es un deporte de invierno y el montañero sabe que tiene que acoplarse al medio y asume y maneja los elementos adversos, y no pierde la ilusión y la motivación que, junto con la prudencia, se convierten en el centro energético de nuestra marcha. La montaña se inclina, se empina  y colocamos el alza de la raqueta, que con esta modificación de la inclinación del pie, hace más liviano el ascenso.
          Unas huellas  de ciervo sobre la nieve.  Caminamos junto a las rocas, junto a las escobas y sufrimos algunos hundimientos intranscendentes. Braceamos, impulsamos nuestros bastones y en línea, zigzagueando, uno tras otro, con un pequeño esfuerzo alcanzamos la cima.

         Hace viento, descendemos entre la niebla y   cae una tenue lluvia, no moja, pues vamos parapetados con nuestros chubasqueros de colores. La niebla y la poca  lluvia acentúan las manchas de color gris que se mezclan con unos suaves rayos de sol dando una sensación agradable. Al fondo, las aguas del pantano de Camporredondo, ni quiere, ni se deja pintar de blanco; trasmite su propio yo, el reflejo de las nubes en sus aguas: desde nuestras alturas, los  blancos, los grises, hacen del paisaje una obra abstracta, que si queremos, es nuestra mente, puede ser bella.

         Hemos llegado al camino de inicio. Nos quitamos  las raquetas y como dice nuestro amigo Luismi, caminamos con alas de mariposa a la espalda.

         A pesar de los grises, a pesar de no haber contemplado el pico Espigüete, nos hemos divertido.

 

Acoplamos a nuestras botas las raquetas y caminamos sobre la nieve

 

 Iniciamos el ascenso

 

 Un momento de espera, para alguno no hacia frío.

 

Unas huellas  de ciervo sobre la nieve

 

 El señor del paraguas y el chozo a la vissta

 

 

 Nos vigilan los ciervos

 

La montaña se inclina y colocamos el alza de la raqueta, que con esta modificación de la inclinación del pie, hace más liviano el ascenso.

 

 Ya falta menos para alcanzar al cumbre

 

 Un pequeño esfuerzo más y....

 

 Es un deporte de invierno y el montañero sabe que tiene que acoplarse al medio y asume y maneja los elementos adversos, y no pierde la ilusión ni la motivación

 

 

 

 

Lo siento, el cristal de la cámara estaba mojado y mal secado

 

Colocando las raquetas. El cristal de la cámara.............