CURAVACAS AÑO 1975
PARQUE NATURAL FUENTES CARRIONAS-VIDRIEROS-
PARQUE NATURAL FUENTES CARRIONAS-VIDRIEROS-
CERVERA DE PISUERGA (Palencia) ESPAÑA
ASCENSO AL CURAVACAS AÑO 1975
ALBERTO, ALFREDO Y TEO
Ascenso al Curavacas, la nieve se encuentra helada
Alberto y Teo 1975
curavacasmarzo197407.jpg
Descenso del Curavacas, el sol ya ha reblandecido la nieve
Alfredo y Teo 1975
Ascenso al Curavacas, la nieve estaba helada.
Teo 1975
Descenso del Curavacas, que blandita estaba la nieve, cuando bajábamos por
la pedrera.
Alberto y Teo 1975
Comenzábamos a subir por Cabriles todo ilusionados
Alfredo y Teo 1975
El prado de Cabriles, cara sur, el oblicuo
Teo y Alberto 1975
En la cima, hacia calor y habíamos dejado las mochilas más abajo
Teo 1975
Buzón del Curavacas 1975-2.525 m.
Irresponsables y atrevidos Alberto y Teo, que con unas simples piedras van
haciendo banzos sobre la nieve helada. 1975
Vidrieros, que cielo azul, la montaña, la nieve nos esperaba
Curavacas 1975
Alberto, Alfredo y Teo
Altas horas de la noche discotequera almongariense de Cervera. Dos muchachos atrevidos, inconscientes e inexpertos, entusiastas , soñadores, tal vez irresponsables por ignorancia, se plantean ascender a nuestro mïtico Curavacas; ese sábado de marzo de 1975 no teníamos la menor idea de lo que íbamos o deberíamos hacer para alcanzar la cima en esa misma mañana del domingo. Por generación espontánea, desesperados, pero animados, llevados por un extraño e incontrolable impulso, buscamos informacón "fiable" para llevar a cabo y con éxito nuestra ilusionante aventura invernal. Alberto conoce al experto, al gran Lobato, que por ser de Vidrieros se supone que domina la situación. Son las dos de la mañana, nos presentamos en su casa que se encuentra a escasos metros de la discoteca Almonga; nos recibe, nos abraza, nos brinda todos sus conocimientos y sus experiencias para satisfacer nuestros inquietantes y excitantes deseos. No obstante, este barbudo, bohemio especialista, antes de nada, saca unas copichuelas de amistad, y con buen criterio, expone que tal vez no es la mejor época recomendable para estas aventuras, pero si seguimos sus instrucciones, se puede llevar a cabo. La cocina es el escenario de exposición, se sacan folios blancos, se pintan picachos, se trazan serpenteantes líneas, es la ruta a seguir. Lobato se siente entusiasmado, eufórico, consciente que su información es importante, vital. Habla muy deprisa, apura el vaso , le gira sobre la mesa y de vez en cuando sube la voz para llamar nuestra atención. Emplea términos familiares de la montaña que desconocemos, camino de Vadenievas, arroyo de Cabriles, prado de Cabriles, bloques de piedras, Callejo Grande, Diente del Oso hace sus pausas y nos mira de arriba abajo.
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